martes

Doxa, de Fabián Casas

No debería perturbarte
el ruido que hace tu viejo con la boca
cuando come. Ni la ordalía de bolsillo
en las horas pico; o tu scrum privado
contra los malos pensamientos.

No deberían perturbarte
los novios que acumulan en las piezas paternas
sus artefactos domésticos;
ni las mujeres en las peluquerías,
con sus gorras de goma,
cuando palma la tarde...

Alguien talla, desde que naciste,
un ostracón con tu nombre.

No debería perturbarte.


(Ostracón (del griego) es una concha o fragmento de cerámica sobre el que se escribía)

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